Cuando empezamos a trabajar con un cliente, siempre arrancamos por lo más importante: alinear el propósito de la marca con el propósito de vida del fundador.
¿Cómo el negocio puede ser un vehículo para lograr ese propósito?
Esto es clave, especialmente para marcas lideradas por personas directamente involucradas.
La mayoría de los negocios con los que trabajamos comienzan como un proyecto personal o familiar.
Por ejemplo:
Uno de los integrantes de la pareja deja su trabajo para dedicarse al emprendimiento, mientras el otro sigue en su empleo hasta que el negocio genera ingresos suficientes para sostener a ambos.
Y en ese proceso hay algo que nunca se puede perder de vista: hacerte preguntas fundamentales al menos una vez al año.
Porque crecer tiene su precio.
Si querés que tu tienda online pase de facturar $20.000 a $50.000 USD al mes, eso va a implicar sacrificios.
No significa que vas a dejar de vivir, pero sí que durante un tiempo vas a asumir riesgos y trabajar más que la mayoría.
Tus decisiones de negocio deberían reflejar cómo querés vivir.
Porque cuando el propósito de tu marca está alineado con tu propósito de vida, todo cobra sentido.
Si estás listo para alinear tus metas personales y profesionales, te espero acá.
Saludos,
Rodri
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