Es parte del proceso.
Es como cuando vas al gimnasio: el músculo necesita romperse para crecer.
Y aunque duela, sabés que detrás de ese dolor hay progreso.
En los negocios pasa lo mismo.
Hace unos días, viví una situación que me incomodó mucho.
Era algo nuevo, una sensación que no tenía hace tiempo y me generó ansiedad.
Pero en lugar de rechazarlo, hice algo que quizás te sirva.
Lo abracé.
Porque cuando hay incomodidad, hay crecimiento.
Ese dolor incómodo, esa resistencia, son señales de que estás avanzando, enfrentándote a algo nuevo, expandiéndote.
Es muy diferente al dolor del estancamiento.
Ese es más letárgico, más pesado.
Si hoy sentís que estás enfrentando desafíos que te incomodan, recordá esto: ese dolor es una señal de que estás creciendo.
Y aunque no sea fácil, vale la pena.
En Ecodiem, sabemos lo que implica crecer y cómo acompañarte en ese proceso.
Porque no importa cuánto duela en el momento, los resultados que vienen después siempre lo compensan, nuestros clientes son un claro ejemplo.
Saludos,
Rodri
P.D.: en un ratito sale el último caso de éxito y te vas a enterar cómo hizo una marca para aumentar su rentabilidad y vender +70.000 USD/mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario