Quiero mostrarte algo que cambia cómo pensás tu tienda online: la tríada del e-commerce.
Y para explicarlo, voy a usar un ejemplo, imaginá que tenés dos locales físicos:
¿Cuál elegís? Depende.
El de alquiler cero, está en el desierto.
El de diez millones, en un shopping.
¿Cuál tiene más chances de vender?
Sí, claramente el del shopping. ¿Por qué? Porque tiene tráfico, gente pasando con intención de compra.
El tráfico es la sangre de tu e-commerce.
Podés tener el mejor producto, el mejor precio, la mejor oferta, pero si no hay tráfico, no vendés y punto, no hay mucha más vuelta.
Pero pará: no todo el tráfico es igual.
Un shopping lleno de gente no sirve si esa gente no tiene nada que ver con lo que vendés. Lo mismo pasa online.
Ahora sumemos la otra parte del problema:
Dos locales, uno al lado del otro. Mismo alquiler, mismo tráfico, mismo público.
En uno, el dueño está todos los días mirando la vidriera, ajustando luces, rotando productos, mejorando la distribución, analizando qué funciona.
En el otro, el dueño se sienta y espera.
¿Cuál vende más?
Sí, lo entendiste: claramente el que optimiza todos los días.
Tu tienda online funciona exactamente igual.
La primera variable que define tus ventas es: qué hacés dentro de tu tienda.
Y acá te hago preguntas incómodas:
¿Cuánto tiempo por semana le dedicás a mejorar tu tienda?
¿Cuándo fue la última vez que actualizaste fotos?
¿Agregaste videos?
¿Revisaste el menú?
¿Mejoraste las descripciones?
¿Subiste reseñas?
¿Tocaste el home?
La mayoría no lo hace y después dicen "Meta no convierte".
Si tirás tráfico a una tienda mal armada, es como pagar publicidad para llevar gente a un local oscuro y desordenado: no funciona.
En Argentina, una tasa de conversión razonable hoy está entre 0,5% y 1,5%. Si estás por debajo, algo está fallando.
Y suele ser una de estas tres cosas:
Tu oferta no interesa.
Falta de confianza.
Mala calidad del tráfico.
Hagamos el ejercicio rápido:
¿Por qué entra alguien a tu tienda y no compra?
Cuando lo pensamos para locales físicos, lo común es por precio, atención, stock, calidad, variantes, expectativas.
Cuando preguntamos sobre tiendas online, la respuesta fue otra: desconfianza.
Ahí aparece la palabra clave del e-commerce: confianza.
La gente compra si confía. Tan simple como eso.
Y esa confianza se construye. No aparece sola.
Preguntate esto cuando mires tu tienda:
¿Esto vende?
¿Transmiten confianza las fotos?
¿La descripción está completa?
¿Hay testimonios reales?
¿El envío y la devolución se entienden en segundos?
¿La navegación es clara?
Si la respuesta es "mmm, más o menos", ahí está el problema.
Te dejo 3 formas para que entiendas cómo se construye confianza:
En esta clase gratuita te cuento más sobre la Tríada del Ecommerce.
Abrazo,
Rodri | Fundador de Ecodiem